El 7 de octubre de 2024, la administración del presidente Luis Abinader, a través del ministro de Hacienda, José Manuel Vicente, dio a conocer los detalles de la esperada reforma fiscal durante una rueda de prensa semanal presidida por el mandatario. Este anuncio ha generado gran expectativa en la nación, especialmente entre aquellos que abogan por un estado más eficiente y pequeño.
En el evento, el ministro Vicente detalló los principales puntos de la reforma, que incluye una serie de recortes en el gasto administrativo del gobierno con el objetivo de “eficientizar” la gestión pública. Según las declaraciones, la administración busca reducir el tamaño del aparato gubernamental, argumentando que esta medida permitirá un mejor desempeño económico y una optimización de los recursos disponibles.
La reforma, presentada bajo el nombre de “Ley de Modernización Fiscal,” promete impulsar el desarrollo socioeconómico del país, según la visión del presidente Abinader. Además, el gobierno se ha comprometido a redirigir los recursos liberados de estos recortes hacia áreas clave para el crecimiento, como la infraestructura, la educación y la salud pública.
Si bien el gobierno asegura que estos recortes están diseñados para mejorar la eficiencia del Estado y reducir el gasto innecesario, algunas voces críticas cuestionan si realmente las intenciones de la administración son genuinas. Este escepticismo, sin embargo, no ha sido respaldado con pruebas concluyentes, y desde sectores que promueven un Estado más pequeño, como el nuestro, consideramos que estas acciones pueden representar un paso en la dirección correcta.
¿Eficiencia o Recorte en Servicios?
¿Por Qué Apoyamos los Recortes?
Históricamente, la República Dominicana ha sido testigo de cómo un Estado grande y pesado ha sofocado la innovación y limitado la capacidad de crecimiento del sector privado. Los recortes en el gasto público, más que un simple ajuste contable, son una herramienta esencial para liberar el potencial económico del país. Un gobierno más pequeño, con menos trabas burocráticas, no solo es más eficiente, sino que también deja espacio para que el sector privado florezca.
En lugar de un Estado que absorba recursos y mantenga una estructura pesada, la propuesta del gobierno busca crear uno más ágil, que administre con responsabilidad y permita que los dominicanos emprendedores puedan prosperar sin las cargas excesivas que impone una administración inflada.